La complejidad de la esencia
Para explicar como es el camino de la espiritualidad, un ejemplo
que se usa en Brahma Kumaris es el de la semilla y el árbol: una simboliza la
esencia (el ser, Dios, el propósito de un proyecto) y el otro, la complejidad
(familia, trabajo, amigos, salud, etc.; las religiones, civilizaciones, etc., y
procesos, productos, equipos, etc.).
Como ves, la complejidad está llena de etc. y es muy difícil de definir, mientras la semilla es fácil
¿correcto? Tal vez… En realidad, la semilla contiene el material genético, o
plantilla, que definirá todo lo relacionado a este árbol; técnicamente, es tan
compleja como el mismo árbol.
Sobre esto recuerdo que hace muchos años, compré un libro
que me llamó mucho la atención. Era totalmente blanco y su título era Simplicity. Sin embargo, tenía más de 300
páginas y gran parte, en un lenguaje académico, no tan sencillo…. Sí, ser
sencillo no es tan sencillo…
En realidad, aunque el trabajo espiritual se puede explicar
como siendo un viaje a lo simple, a la esencia de todo lo que vemos y tenemos,
de los roles y responsabilidades que desempeñamos, en mi experiencia, requiere
mucho tiempo e intensidad, pues es ante todo una cuestión de enfoque, ya que en
la realidad, no podemos dejar de ser lo que ya somos, con toda su complejidad.
El paradigma espiritual que muchos tienen es el de abandonar
la complejidad y dedicarse a la esencia, pero la verdadera espiritualidad
consiste en vivir con base en la esencia, sin negar la complejidad. Después de
todo, son dos lados de un mismo ser.
Eso requiere un constante trabajo de ajuste de actitud y
consciencia, acciones y comportamientos, e intenciones y sentimientos.
Eso requiere sentarse a meditar, sin luchar contra los
pensamientos que llegan, sino concentrarlos y enfocarlos en algo específico,
experimentándolo intensamente. Eso requiere ir a trabajar, conversar con su
familia e incluso discutir un punto de vista, sin perder la consciencia de la
esencia, de que soy la semilla que en este momento se expresa.
En este bello viaje, disfruta de la semilla que eres y
aprecia el árbol que fue generado.
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