Aprender a aprender II


En el post anterior, hablamos un poco del reto de aprendizaje moderno. ¿Por qué me interesa tanto esto?

No he cursado universidad, pues tomé decisiones equivocadas en mi vida. Así que tuve que aprender solo y lo máximo para mí fue ser capaz de dictar a personas estudiando una especialización en una universidad.

Además de aprender solo, tuve que enseñar a muchos. Aprendí todo lo que sé: inglés, dar charlas, consultoría, español, todo lo de TIC, etc. Así que tengo la total convicción y experiencia de que aprender siempre es posible y solamente uno mismo es que puede ser el obstáculo a un proceso de aprendizaje, cualquiera que sea.

Hay mucho material en internet sobre cómo aprender (interesante esta instrucción del MIT), pero basado en lo que aprendí, algo que me ayudó mucho fue la meditación. ¿Cuál es la conexión entre meditar y aprender?

  • El ser espiritual contiene tres facultades básicas:
    • Un archivo de memorias que actúa como un stock de trazas de personalidad y también del inconsciente de la persona.
    • Una mente, capaz de hacer que el ser experimente estas memorias o el momento presente.
    • Un intelecto, donde reside la consciencia que filtra y maneja toda la información que es mostrada en la mente.
  • Aprender corresponde a dos cosas principalmente:
    • Asimilar nuevas memorias y que estas pasen a ser parte de la personalidad consciente.
    • Muchas veces, especialmente a un adulto, hay que remplazar viejas memorias por las nuevas.
  • Cuando meditamos, intervenimos en la función de las tres facultades:
    • Accedemos a memorias básicas (paz, amor, etc.), lo que hace que el ser tenga experiencias distintas a las actuales, abriendo campo a un cambio en su personalidad.
    • Controlamos nuestra mente, decidiendo qué queremos y no queremos experimentar.
    • Pasamos a controlar también el proceso de la consciencia, refinándolo y sintonizándolo con lo que queremos experimentar.

En otras palabras, cuando meditamos, hacemos que el intelecto mire las experiencias de la mente de una forma tal que la personalidad cambie. Por ejemplo, si quiero aprender un nuevo idioma, algo tan diferente como mandarín, al meditar mientras aprendo, facilito a mi personalidad la asimilación de este lenguaje.

Hummm... en realidad, es más complicado describir que hacerlo. Sugiero que medites de forma regular al mismo tiempo que aprendes y algo, y verifiques por ti mismo lo fácil que es aprender.

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